EN HONOR DE JUAREZ.
Señor, deja que diga la gloria de tu raza ,
La gloria de los hombres de bronce cuya maza
Mello de tantos yelmos y escudos la osadía.
Oh caballeros tigres' oh caballeros leones' Oh caballeros águilas.'
os traigo mis canciones; Oh enorme raza muerta , te traigo mi elegía'
Aquella tarde, en el Poniente augusto,
EI crepúsculo audaz era una pira
Como de algún atrida o de algún justo;
Llamarada de luz o de mentira
Que incendiaba el espacio, y parecía
Que el sol, al estrellar sobre la cumbre
Su mole vibradora de centellas,
Se trocaba en mil adornos de lumbre,
Y esos átomos eran las estrellas!
Yo estaba solo en la quietud divina
Del Valle. Solo? no! La estatua fiera
Del héroe Cuauhtemoc, la que culmina
Disparando su dardo a la pradera,
Bajo el palio de pompa vespertina,
Era mi hermana y mi custodio era.
Cuando vino Ia noche misteriosa,
Jardín azul de margaritas de oro,
Y callo todo ser Y toda cosa,
Cuatro sombras llegaron a mí en coro;
Cuando vio la noche misteriosa,
Jardín azul de margaritas de oro!
Más al irte, Señor, Hacia el ribazo
Donde moran las sombras, un gran lazo
Dejabas, que te unía can los tuyos,
Un lazo entre la tierra y el arcano,
Y ese lazo era otro indio: Altamirano,
Bronce también: más bronce con arrullos!
…..
Nos le diste en herencia, y luego, Juárez,
Te arropaste en las noches tutelares
Con tus amigos pálidos: entonces,
Comprendiendo lo eterno de tu ausencia,
Repitieron mi labio y mi conciencia:
-Señor, alma de luz, cuerpo de broncos,
Soy una chispa: enséñame a ser lumbre
Soy un guijarro: enséñame a ser cumbre
' Soy una linfa: enséñame a ser rio!
Soy un harapo: enséñame a ser gala!
Soy una plurna: enséñame a ser ala,
Y que Dios te bendiga, Padre mío!
Tú escuchaste mi grito, sonreíste
Y en la sombra infinita te perdiste
Cantando con los otros almo coro,
Callaba todo ser' y toda cosa,
Y arriba era la noche misteriosa,
Jardín azul de margaritas de oro..
Revista Moderna ed. 1906
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