En Japón eran las 8.15 de la mañana, un 6 de agosto de hace 65 años. Sobre la ciudad de Hiroshima pasó un avión estadounidense, el Enola Gay, y descargó la primera bomba atómica utilizada como arma de guerra. Como el avión, también la bomba tenía un nombre: Little Boy. Murieron 140.000 personas en el acto y durante los meses sucesivos esta cifra se elevaría a unos 350.000. Tres días después, el mismo flagelo tocaría a otra ciudad japonesa: Nagasaki. Japón se rindió seis días después. Fue el único país en sufrir un ataque nuclear.
La Segunda Guerra Mundial (1939-45) estaba viviendo sus capítulos finales. En el frente occidental ya se había acabado, con la derrota de la Alemania nazi. EE UU no necesitaba utilizar la atómica para asegurarse la victoria en el Pacífico, pero lo hizo. Según los historiadores fueron tres las razones detrás de este gesto: la voluntad de evitar que los coletazos de la guerra se prolongaran demasiado, el deseo de venganza contra Japón después de Pearl Harbor y la voluntad de demostrar a Unión Soviética, entonces aliada de EE UU pero próximo rival en el tablero mundial, su poderío atómico.
Esta mañana, por primera vez, en la conmemoración del bombardeo nuclear de Hiroshima ha estado presente un representante del Gobierno de Estados Unidos, el embajador en Tokio, John Roos. "Por el bien de las generaciones futuras debemos seguir trabajando juntos para lograr un mundo libre de armas nucleares", ha afirmado Roos en el comunicado que anunciaba su participación.
En la ceremonia celebrada en el Parque de la Paz, en la que se congregaron 55.000 personas según la agencia local Kiodo, se hizo sonar la denominada Campana de la Paz de Hiroshima, en la misma hora que en 1945 el cielo de la ciudad del suroeste de Japón se puso al revés. Además de los representantes políticos nipones y del embajador estadounidense, también estaban presentes por primera vez representantes de Francia y Reino Unido -aliados de EE UU durante la Segunda Guerra Mundial y hoy potencias nucleares- y el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-Moon. Representantes de otros 70 países han asistido al acto. Ban, que ayer ya había visitado Nagasaki , ha propuesto fijar 2012 como el año de entrada en vigor del Tratado para la Prohibición de Pruebas Nucleares , suscrito en 1996, pero que sigue a la espera de la ratificación de 44 naciones, entre ellas Estados Unidos y China.
El alcalde de Hiroshima, Tadatoshi Akiba, ha reclamado que Japón abandone el "paraguas nuclear" de EE UU, que tras la Segunda Guerra Mundial se convirtió en el principal aliado de seguridad en el país asiático. La polémica demanda del alcalde tuvo pronta respuesta del primer ministro nipón , Naoto Kan, que tras la ceremonia afirmó que la protección nuclear de EE UU "sigue siendo necesaria", aunque al mismo tiempo aseguró que el país tiene la responsabilidad moral de liderar la lucha contra las armas atómicas.
Hace pocos meses el Gobierno de Japón, liderado por el Partido Democrático, admitió que el precedente Ejecutivo conservador del Partido Liberal Demócrata, que gobernó el país casi ininterrumpidamente durante 50 años, llevó a cabo acuerdos secretos con EE UU para que el Ejército estadounidense pudiera transitar en aguas japonesas con buques y submarinos que transportaban armas atómicas. La revelación conmocionó al país asiático.
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