Ricardo Gama, bloguero y abogado, conocido por sus denuncias sobre el gobernador de Río de Janeiro y las irregularidades en el cuerpo de policía local, fue tiroteado desde un vehículo el pasado 24 de marzo cuando se dirigía a comprar la prensa. Milagrosamente salvó su vida. Además no perderá la visión en un ojo como en un principio se había temido.
Reporteros Sin Fronteras (RSF) ha exigido que la policía brasileña investigue la pista de un posible “ajuste de cuentas” en el ataque contra el bloguero conocido por “fustigar” regularmente a políticos, empresarios y autoridades policiales. RSF recuerda que hace poco el bloguero había denunciado la presencia de un empresario implicado en el tráfico de drogas en la favela de Rocinha, considerada la más grande de Brasil, y solicitó que la investigación tenga en cuenta esa última acusación.
El día del atentado, Paulo Ricardo Paúl, profesor, coronel y antiguo Mayor de la Policía Militar de Río de Janeiro, así como amigo de Ricardo Gama, se desahogó a través de Twitter: “el periodismo independiente de Río ha sufrido un intento de asesinato”. Paúl cree que las primeras señales del crímen apuntan hacia un intento de ejecución:
Es muy prematuro afirmar que el atentado tenga una connotación política, sin embargo esta hipótesis no debe ser ignorada al considerar las críticas diarias y denuncias que Ricardo lanza al gobierno federal, así como a los gobiernos estatales y municipales de Río de Janeiro.
Para Reporteros Sin Fronteras, pese a los grandes avances en cuanto a libertad de expresión experimentados bajo el mandato de Lula da Silva, la prensa tradicional y ciudadana, “sigue expuesta a una fuerte inseguridad en varias regiones”, y sufre igualmente “el abuso por parte de algunas autoridades locales”, lo que es “otra forma de censura que también afecta especialmente a los blogueros.
Por su parte el periodista y también bloguero Antônio Mello aporta un elemento inquietante al informar de que hace poco Ricardo Gama tuvo una disputa con un policía de la delegación de Copacabana, debido a que el policía rehusó hacer un informe sobre un incidente. El nombre del policía es: Bruno Gilardete, el mismo que ahora investiga el atentado. El propio Ricardo Gama ha denunciado otras irregularidades acontecidas en el propio hospital.
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