Mecí el columpio, un rato,
Busqué a mi lado, está Abasolo!
Con un cielo azulado, limpio
De cómplice el columpio
Siguió meciéndose otro rato.
Encontré a los pájaros perdidos,
Con las señoras en las plazas,
Con los surcos en sus ríos,
Y la cotidianidad del campo.
Con su paz inquebrantable
el columpio campesino.
El columpio estaba solo,
Y siguió, balanceándose;
un rato… cual impulso divino.
Busqué a mi lado, está Abasolo!
Con un cielo azulado, limpio
De cómplice el columpio
Siguió meciéndose otro rato.
Encontré a los pájaros perdidos,
Con las señoras en las plazas,
Con los surcos en sus ríos,
Y la cotidianidad del campo.
Con su paz inquebrantable
el columpio campesino.
El columpio estaba solo,
Y siguió, balanceándose;
un rato… cual impulso divino.
El peatón
Pasé por allí en agosto del 2008.
Pasé por allí en agosto del 2008.
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