Ayer hubo una balacera en unas colonias de Matamoros, después de la muerte del Tony Tormenta, vendría siendo la tercera más fuerte ocurrida después de la caída del capo. Hubo unos días de aparente calma; una vez pasado el viernes trágico de noviembre... Se supo que los marinos disparaban desde un helicóptero a las casas habitadas. Miedo se respira todavía en personas que ya han experimentado el terror de cerca, quienes ya han escuchado el ruido de metralla a escasos metros.
Por ello, me dispuse a visitar a mi hermano para ver si todo estaba bien, se ha vuelto requisito; es como un pase de lista. Después de verificar gustoso que las ardillas, mis sobrinos reían a carcajadas... Caminaba rumbo al trabajo,.. La mirada se detuvo en un muchacho que venía caminando para coincidir en el camino,
Vestido de mezclilla, de tenis, gorra y una mochila pequeña; el “sicario” según Calderón; hacía gestos desesperados! lamentándose!
Escondía la cara, sollozaba como quien ha perdido a alguien (un amigo, hermano... quizá), con lágrimas secas caminaba, "no manches! "no mancheS!, como quien no cree algo y en nada!
Unos vecinos salieron azorados, lo observaban y coincidieron en decir; y preguntarse quedo: "Está llorando?
Lloraba como un soldado después de una refriega, lloraba desesperado como un muchacho de menos de 20 años que ya no va a la escuela, como un muchacho perdido; que se va y que regresa,...Lloraba porque necesitaba un abrazo que consuela... Muy enojado! dije para mí: Pinche Felipe, pinche Eugenio Hernández!... llora un “sicario” con necesidad de un abrazo que consuela!
Matamoros Tamaulipas! Diciembre 2010
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