Tlaskamati

martes, 14 de diciembre de 2010

Nuevo pacto de narcos

Ahora se reúnen en Guasave y Culiacán los grupos en pugna

A mediados de noviembre, operadores de organizaciones del narcotráfico enemigas se encontraron y acordaron una tregua para disminuir los actos violentos, específicamente los homicidios, y en apariencia “facilitar” el cambio de gobierno en el estado y los municipios el 31 de diciembre.

De acuerdo con fuentes extraoficiales, uno de los encuentros se realizó en el municipio de Guasave el 10 de noviembre, y hubo otro en Culiacán, días después.

En estas reuniones participaron representantes de Ismael Zambada, el Mayo, y Joaquín Guzmán, el Chapo, líderes del cártel de Sinaloa, de un lado, y de las células que operan en las zonas centro-norte y norte, leales a los hermanos Beltrán Leyva, que operan aliados con el cártel de Juárez de Vicente Carrillo Fuentes, el Viceroy.

En Guasave, durante el 10 de noviembre y días posteriores, se reportó la presencia de convoyes de hasta 20 vehículos, con cerca de 80 hombres armados que recorrían la ciudad. Otras versiones indican que las organizaciones criminales enemigas enviaron a territorios del otro grupo de sicarios, para garantizar así el cumplimiento de lo pactado.

Los grupos armados instalaron retenes en Guasave, en las cercanías de El Burrión y también rumbo a la salida al campo Las Glorias, y en la carretera federal México 15, donde revisaron vehículos y personas que pasaban por el lugar. Otros grupos de vehículos con hombres armados a bordo fueron registrados en la zona rural, principalmente en Gambino, Guasave.

Del interior de la administración municipal informaron que ante las denuncias de estos grupos, el alcalde Jesús Burgos Pinto ordenó a la Policía Municipal que los buscaran. Un comando de diez patrullas hizo recorridos pero no hubo resultados favorables.

Algunos establecimientos comerciales, sobre todo del giro de restaurantes, cerraron sus negocios durante la tarde, a temprana hora, por temor a hechos violentos.

La presencia de hombres armados, vestidos de negro y encapuchados, alertó también a las instituciones educativas, algunas de las cuales optaron mejor por suspender clases o despedir antes de la hora de salida a los estudiantes, desde primaria y secundaria, hasta de nivel bachillerato.

“Desde entonces se redujo bastante el movimiento, aun así ha habido hechos no sistemáticos, sino aislados… mucho movimiento en la rivera del río Sinaloa, se aparecen grupos armados, pero no tan seguido”, dijo una fuente de la alcaldía.

Datos de la Policía Ministerial del Estado indican que hay una sensible disminución de homicidios en Sinaloa en los meses recientes. En agosto se tuvo la mayor incidencia de ejecuciones y asesinatos relacionados con el narcotráfico, al sumar 223 casos. Por eso este mes es considerado uno de los tres más violentos en toda la historia de la entidad, al promediar hasta ocho homicidios por día.

En septiembre, el número de asesinatos bajó a 144, lo que hace un promedio de cerca de 4.5 homicidios diarios. En octubre aumentaron los casos, ya que fueron 181 homicidios, entre ellos 11 agentes de las diferentes corporaciones policiacas. En ese mes fueron reportados convoyes de sicarios en los municipios de Ahome, Mocorito y Culiacán, compuestos por hasta 50 hombres armados.

Durante octubre, el número de asesinatos a balazos fue de 181, con un promedio de seis diarios. Y en noviembre fue de 109, que refleja poco más de 3.6 casos por día, entre ellos el de Ramón Guzmán Ramírez, quien fuera coordinador administrativo de la Dirección de Servicios de Protección, encontrado sin vida en el interior de su casa, en la colonia Popular.

Del 1 al 9 de diciembre, fuentes de la Procuraduría General de Justicia de Sinaloa señalaron que van alrededor de 40 homicidios. En promedio, por esos nueve días, se cometieron 4.4 asesinatos diarios.

En el año el total de homicidios es de alrededor de 2 mil 100, y en lo que va del sexenio de Jesús Aguilar Padilla, que termina el 31 de diciembre, van cerca de 6 mil 500 asesinatos.

“Nosotros recibimos información en el sentido de que hubo una reunión de chacas (jefes), no sabemos quiénes asistieron ni qué temas discutieron, pero sí que desde entonces para acá se disminuyeron los homicidios, y de verdad se nota más tranquilidad: es decir, hay asesinatos, pero no son sistemáticos, sino aislados”, manifestó un funcionario de primer nivel del Gobierno estatal.

Otros pactos

No es la primera vez que los narcos pactan, y en otras ocasiones lo han hecho con el apoyo del Gobierno federal, pues las reuniones han sido vigiladas por fuerzas castrenses y bajo el registro puntual del Cisen (Ríodoce 410).

Lo hicieron en 2009, después de la división que provocó al interior del cártel de Sinaloa la dtención de Alfredo Beltrán Leyva, el Mochomo.

En aquella ocasión se registraron dos reuniones de capos de los diferentes bandos, una en Culiacán y la otra en Nuevo Altata, Navolato, las dos bajo vigilancia militar. En aquella ocasión, como ahora, el objetivo era bajar la incidencia delictiva, sobre todo de homicidios y enfrentamientos, con el fin de dedicarse más al tráfico de drogas.

En este acuerdo participaron representantes de las organizaciones criminales que dirigen Ismael Zambada, Joaquín Guzmán Loera, Arturo Beltrán Leyva, los hermanos Arellano Félix y los Carrillo Fuentes.

En su más reciente libro, la periodista Anabel Hernández asegura que ha sido del propio Gobierno federal de donde han salido iniciativas para pacificar, no solo Sinaloa, sino el país entero, para lo cual ha echado mano de los servicios del general Mario Arturo Acosta Chaparro, recientemente atacado a balazos en la Ciudad de México.

Vientos del norte

En la ciudad de Los Mochis, municipio de Ahome, la plaza ha estado en disputa entre las organizaciones de los hermanos Beltrán Leyva y el cártel de Sinaloa, aunque los primeros han cedido terreno luego de los embates del Mayo y del Chapo. Ahí, versiones extraoficiales indican que los sicarios y operadores de los Beltrán recibieron órdenes de replegarse y mantenerse en casas de seguridad, en turnos de 72 horas por un día de descanso, ante cualquier eventualidad.

“Les quitaron los carros ostentosos y los dejaron a pie o en vehículos viejos. Les pidieron extremar precauciones ante la presencia de soldados y de la Marina, y aumentaron el radio de vigilancia, con ‘halcones’, que pueden ser niños e indigentes”, señaló un funcionario de la Policía Ministerial.

No hay comentarios: