Tlaskamati

viernes, 1 de octubre de 2010

OTOÑAL



Como fué tu presencia una alegría,

Que aún perfumada el ánima nos deja,

Es tu partida una melancolía,

Un silencio después de una armonía

Que en el vago crepúsculo se aleja…

A qué mis versos? La íntima fragancia

De tu alma, con ensueños te corona

Y de luz de ideal tienes el ansia.

Y como dama, un centro de elegancia

Y como madre, un nimbo de Madona.

Te vas… y la otoñal melancolía

Se agrava entre los árboles desnudos

Y en derredor de tu mansión vacía

Adonde ahoga la tiniebla fría

Pálidas flores y follajes mudos…

Te vas cuando las hojas han caído…!

Sin el calor de tu cariño tierno,

El nuestro será un pájaro sin nido,

Y tristemente, cuando te hayas ido,

Más crudo sentiremos el invierno…

Habrá en mi hogar, adonde aparecía

Tu imagen familiar, un desconsuelo

Y la estatua, el poema y la armonía,

Para la ausente que las comprendía,

En su silencio guardarán un duelo…

Volverás… es verdad; mas como antes

Ya no serás de este jardín la rosa;

Te aguardaremos tristes y distantes,

Pero vuelve…! Aunque sea con errantes

Giros de golondrina ó mariposa!

Algo de nuestro ser contigo vuela,

Algo que el alma y la existencia irisa;

Por eso el corazón se nos rebela

Y la íntima pena nos consuela

Ni tu dulce mirar, ni tu sonrisa!

Porque fue tu presencia una alegría

Que aún perfumada el ánima nos deja,

Y es tu partida una melancolía,

Un silencio, después de una armonía

Que en el vago crepúsculo se aleja.

JOSE JUAN TABLADA

Revista Moderna de México (1905)

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