Antonio López de Santa Anna es un personaje extraordinariamente complejo que no es fácil definir en pocas palabras. Fue un hombre de grandes contradicciones. Por una parte, fue un hombre extremadamente frívolo, de una banalidad sorprendente e inconsistente en lo político.
Su derrota en San Jacinto y el haber sido capturado por los texanos fueron, sin duda alguna, un golpe muy fuerte para su reputación. Sus enemigos y aquéllos que estaban contra el cambio de gobierno en México, aprovecharon esta situación denunciando a Santa Anna por haber firmado acuerdos que lo comprometían a usar su influencia para persuadir a que México reconociera la independencia de Texas. Santa Anna viajó a Estados Unidos, tuvo una entrevista con Jackson pero mantuvo un perfil muy bajo después de estos acontecimientos.
La gente de Estados Unidos pensaba que Santa Anna era relativamente fácil de corromper y él dejó que lo creyeran. Santa Anna usó esta idea preconcebida y la impresión errónea para jugar un juego a la inversa con el presidente Polk: “Tú piensas que me puedes usar, yo te dejo pensar que me estás usando para usarte a ti”. En este sentido, en el uso de estas sutilezas, creo que Santa Anna era mucho más inteligente que Polk.
Santa Anna fue un hombre singular y, de acuerdo a las memorias de la época, era bien parecido. No tenía una visión estratégica, ni era un gran general, pero poseía una personalidad extraordinaria y sabía cómo tratar a la gente. Sabía atraer a la gente porque tenía una cualidad carismática para hacerlo.
Santa Anna que no estaba comprometido con ninguna idea, su alianza con los federalistas era sencillamente un medio disponible que le permitía volver a ocupar el poder. Era posible que Santa Anna cambiara sus alianzas políticas con un grupo o con otro, siempre y cuando el grupo le garantizara que podía estar en el poder.
Toda su vida Santa Anna reaccionó fuertemente a la crítica pública. El proyectar la imagen de gran líder fue una preocupación que tuvo todo el tiempo. Un hombre que es un líder verdadero en cualquier momento tiene que dado hacer caso omiso de la crítica y concentrarse en la tarea. Desafortunadamente Santa Anna fue demasiado sensible a la crítica y reaccionó tomando acciones para cerrar los espacios que esa crítica abría; o bien, trataba de acallar a sus críticos.
Después de la batalla de Churubusco se firma un armisticio. Se firma porque evidentemente las condiciones del ejército mexicano eran tales que Santa Anna tuvo que firmarlo. Los periódicos de la ciudad de México en esa época, particularmente el Diario del Gobierno, justifican el armisticio: "Es absurdo que después de estas derrotas y bajo estas condiciones no escuchemos las nuevas ofertas que trae el comisionado estadounidense". Acordar el armisticio no significaba que México fuera aceptar las propuestas.
Yo creo que debemos analizar a Santa Anna en el contexto de México. Santa Anna fue un personaje importante, pero nunca fue el reflejo de México o de los mexicanos de su tiempo. Juzgar a México a través de Santa Anna puede ser muy deformante. Santa Anna fue un hombre de su tiempo, ocupó el poder, se benefició de las condiciones o las aprovechó para sus intereses personales, pero ni moral ni políticamente era el prototipo del México de su época. Fue una persona muy importante, pero era eso: sólo una persona. No era el ejemplo más acabado de lo que pudieran ser los mexicanos ni los políticos mexicanos de ese momento.
Estos son algunos extractos de Una conversación con Jesús Velasco-Márquez del Instituto Tecnológico Autónomo de México, hablando de Santa Anna. Este peatón acentúa, remarca, solo las negras coincidencias de este personaje histórico con el actual Presidente Mexicano; Felipe Calderón Hinojosa. Las diferencias son muchas en el contexto histórico, pero similares en el contexto político.
El tratado de Guadalupe Hidalgo vs el plan Mérida, La batalla de Álamo vs Los Pinos, el México revuelto vs el México convulso, la anexión de territorios vs El petróleo…
La relación, la ambición, el interés de los Estados Unidos con respecto a México no es nuevo ni tiene fin… la pregunta es, cómo reaccionará el Mexicano ante tal arrebato? Frente a tal comparación, más de circunstancias que de personajes; qué harás tú Mexicano?
Doropeatón
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