Señora Soledad y Doña Libertad,
Cuando eran amigas se propusieron,
Vagar y posarse en cuerpos desolados.
No tardaron mucho y encontraron;
Espacios fríos y otros empedrados.
Cuerpos desnudos vagaban a solas,
Consignas rebeldes, jubilosos gritaban!
Ansiosas almas de sentirse acompañadas
Y otros, causas justas en utopía pensaban.
Pasaron los años, mil lunas las vieron,
A la orilla de un río se encontraron,
En barranca profunda, apartadas.
Mirándose a los ojos concluyeron;
Que nunca ellas… estuvieron separadas.
Doropeatón.
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