Tlaskamati

jueves, 10 de diciembre de 2009

PAGARE A LA VISTA DEL PORTADOR





“Y si cambiamos a Fecal, Tal vez por Juanito, y al perro Bermúdez para hacienda, y el chapulín colorado en la sedena y lucerito en la sedesol no puta madre pues que le hizo este país a Calderón que lo odia tanto”.

Asi comienza un internauta de esos que tanto odia Loret de Mola. Frente a la proposición Calderonista de enviar a Carstens como Gobernador del Banco de México (que tampoco es de México), que como lo publica reporte indigo en su edición 155 de fecha 13/11/09: “proveniente del “cartel” de Chicago, un grupo de jóvenes brillantes que en los años 80 y 90 se forjaron en la Escuela del Banco de México.
Los años dorados del cartel de chicago comenzaron en el 2000, cuando Vicente Fox se convirtió en el presidente no priísta de México y llamó a Francisco Gil Díaz para ocupar la Secretaría de Hacienda.
Para consolidar su equipo de trabajo, el nuevo titular de Hacienda convocó a sus ex compañeros de Banxico, Agustín Carstens, José Julián Sidaoui y Alonso García Tamez.
Y el circulo terminó de cerrarse cuando Francisco Gil Díaz reclutó del sector privado-televisa- a quien se convertiría al hombre de todas sus confianzas: Juan José Soarez Coppel(Ahora Director de PEMEX).
Sin embargo, debido a sus excelentes cartas credenciales, Agustín Carstens fue llamado, a mitad del gobierno Foxista, para convertirse en el Director Gerente del Fondo Monetario Internacional(FMI).
… Si algo distingue al llamado Cartel de Chicago, es que a pesar de que sus miembros están educados en la ortodoxia, sus prácticas financieras suelen tener destellos especulativos…”
Se dice que se tiene hasta el 15 de diciembre, para que el Senado pase esta propuesta. El fintero del PRD Navarrete hace lo propio, las organizaciones gremiales del Empresariado lambiscón, dan su visto bueno, con argumentos como: Es un hombre preparado, “nadien” quiere un mal para México! Yo creo que tampoco el señor Carstens…(Aunque reaccionara distinto frente a las observaciones del Nobel de Economía).

Y por otro lado, el Premio Nobel de la Paz Obama, haciendo gala de su capacidad de elocuente discurso. También Hitler era un gran orador y este recibe su honorífico premio, lo escucho expresivo en el excusado y se llena de paradojas este mundo. Justificar una guerra? Anticiparse a la crítica, al no inmutarse, es meterse al pantano, es justificar al reptil arrastrándose.




Doropeaton.

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