Tlaskamati

miércoles, 12 de noviembre de 2008

AQUILES & PATROCLO




"El hombre a quien los dioses elevaron por sobre todos fue Aquiles, hijo de (la diosa) Tetis. Ellos lo enviaron a las islas de los bendecidos...Por sobre la lealtad a su amado Patroclus, eligió si duda morir_ no por salvarlo, sino por vengarlo; porque Patroclus habia sido asesinado. Los dioses se llenaron de admiración, y le dieron el mas grande honor posible, por que el valoro a su amor tan grandemente..."
Platón fue uno de los grandes hombres de su tiempo, que ahora seria considerado como homosexual; aunque por esa época ni siquiera existía la palabra, que es invención moderna, y el amor entre hombres era algo natural en las culturas helénicas, especialmente la griega. Además, la mujer era ciudadana de segunda considerada solo como esclava y para reproducción.
Según la mitología griega, Aquiles, hijo de Tetis y Peleo, rey de los mirmidones de Tesalia, es el héroe principal de los griegos en la guerra de Troya.
Su madre Tetis, para hacerle invulnerable, le sumerge en la laguna Estigia; al sumergirle le tiene cogido por el talón izquierdo que es el único sitio del cuerpo de Aquiles que continua siendo vulnerable. Alimentado con la medula de leones y tigres.
Cuando Aquiles era un muchacho, el adivino Calcas profetizó que la ciudad de Troya nunca podría ser conquistada sin su ayuda. Su madre, Tetis, sabía que si su hijo iba a Troya, moriría, así que envió a su hijo a la corte de Licomedes, donde permaneció escondido por algún tiempo, disfrazado de mujer.
Durante este tiempo se enamoró de la hija de Licomedes, y tuvo un hijo, Neoptolemo. Sin embargo, fue descubierto por el astuto Ulises, que se presentó como mercader y exhibió entre las mercancías, una armadura. La única "doncella" que se entusiasmó con las armas fue Aquiles, que decidió partir voluntariamente con Ulises hacia Troya, como jefe de los Mirmidones, y acompañado de su amigo Patroclo. Patroclo es el gran compañero de Aquiles, desde la infancia. Se educaron juntos y viven todas sus aventuras en común.
Aquiles en la guerra se distinguió como un luchador infatigable. Habiendo conquistado 23 ciudades en territorio troyano, incluida Lyrnessos, donde obtuvo a Briseida como trofeo de guerra.
Más tarde, Agamenón, el jefe de todos los griegos, fue forzado por un oráculo a desprenderse de su esclava Criseida, y tomó Briseida de Aquiles, que se retiró a su tienda enfurecido, jurando no luchar más. A partir de este momento los troyanos tomaron la ofensiva, y los griegos comenzaron a retroceder hacia el mar.
Finalmente como los troyanos llegan a quemar los barcos griegos, Patroclo persuade a Aquiles para que lo deje dirigir a los mirmidones para rescatar a los griegos. Vestido de la armadura de Aquiles, Patroclo hace retirar a los troyanos hasta las murallas de su ciudad.
Aquiles presta a su amigo su armadura, su carro y sus caballos. Patroclo, que es un guerrero excepcional, con las armas de Aquiles resulta invencible, hasta que los dioses inclinan la balanza en su contra: Apolo le golpea por la espalda, le desarma y permite que el troyano Héctor le hiera mortalmente y le arrebate las armas. Patroclo, ya moribundo, le profetiza que morirá a manos de Aquiles.
Durante todo el día, griegos y troyanos lucharon encarnizadamente por el cadáver de Patroclo.
Cuando Aquiles conoce la noticia, rompe en terribles sollozos, coge puñados de tierra y los arroja sobre su cabeza, se tiende en el suelo y se arranca los cabellos. Uno de sus hombres le sujeta las manos, temeroso de que se degüelle con la espada.
Su madre, la diosa Tetis, se le aparece y le consuela, pero Aquiles responde que ya no quiere vivir ni inquietarse por nada humano, mientras no rinda el alma Héctor, herido por su lanza, en venganza de Patroclo.
Por fin pudieron los griegos poner a Patroclo al abrigo de los dardos, acostándole en un lecho. Y dice Homero que sus compañeros lloraban a su alrededor en compañía de Aquiles, el de los pies ligeros, que derramaba lágrimas ardientes al mirar tendido en el féretro al mejor de sus amigos. Velaron a Patroclo toda la noche, y Aquiles, que presidía el duelo, pronunció estas palabras:
¡Oh Patroclo! Ya que yo he de bajar después que tú a la tumba, no quiero enterrarte sin haberte traído las armas y la cabeza de Héctor. Ante tu pira funeraria sacrificaré doce ilustres hijos de troyanos para vengar tu muerte. Hasta ese momento descansarás en mis naves. Y las mujeres troyanas que nuestra fuerza y nuestras armas han hecho esclavas, gemirán noche y día a tu alrededor, vertiendo lágrimas.
Así habló Aquiles, y ordenó a los suyos que pusiesen un gran trípode al fuego y calentasen agua. Lavaron después el cuerpo de Patroclo, lo ungieron con aceite, pusieron en sus heridas un bálsamo de nueve años, colocaron el cadáver sobre el lecho y lo cubrieron de pies a cabeza con un sudario de lino ligero.
Aquiles, enfurecido por la muerte de su amigo, obtuvo de su madre una nueva armadura forjada en la fragua de Vulcano, y salió al campo de combate, donde mató a Héctor, arrastrando su cuerpo atado a su carro en torno a los muros de Troya, sin permitir que tuviera los ritos funerales.
Sólo cuando Príamo, el padre de Héctor y rey de Troya, vino en secreto a entrevistarse con Aquiles, éste le devolvió el cuerpo del héroe, en uno de los pasajes más emotivos de la Ilíada.
En su última batalla Aquiles, combatió junto a Memnón, rey de Etiopía. Muerto el rey, Aquiles dirigió a las fuerzas griegas hacia la muralla de Troya.
Paris sale a combatir a Aquiles para vengar la muerte de su hermano Héctor, y dispara una flecha que dirigida por el dios Apolo hiere a Aquiles en el talón izquierdo y le mata.
Tetis, madre de Aquiles, es una nereida y consigue para su hijo la inmortalidad en el Olimpo. Aquiles ha llegado a ser en todas las lenguas la personalidad del valor.

1 comentario:

Mauricio dijo...

Totalmente falso, eso de los griegos homosexuales.

http://diariosdelspleen.blogspot.com/2011/01/aquiles-y-patroclo.html

http://nordicthunder.blogia.com/2010/042901--homosexualidad-en-la-antigua-grecia-el-mito-se-esta-derrumbando.php