¿Por quién votaron los narcos en Sinaloa?
Marisol tiene una boutique y un hijo con un narco. Nunca había votado, pero este 4 de julio lo hizo por Mario López Valdez. Lo anunció y lo cumplió. Para el domingo al mediodía ya traía el pulgar manchado de tinta indeleble. Lo hizo por dos razones: una es que el candidato le simpatizaba, y la otra es que se lo pidieron. “Nos dieron línea a todos: hay que votar por Malova”.
Desde mediados de abril había corrido el rumor de que el cártel de Sinaloa se sentía traicionado por Jesús Vizcarra y que por ello había decidido apoyar a Malova. Parecía un absurdo, una contradicción en medio de la guerra mediática que se había desatado con la publicación de las fotografías en el diario nacional Reforma, en diciembre pasado.
La especie tomó fuerza cuando el ex diputado federal Jesús Manuel Patrón Montalvo y el diputado local Óscar Félix Ochoa anunciaron su adhesión al proyecto de Malova, algo que días antes nadie hubiera imaginado. Caciques en el valle de San Lorenzo, desde hace muchos años han sido ligados a los intereses del narco.
Patrón empezó con un berrinche; quería ser el candidato del PRI por Culiacán y acusaba a Jesús Vizcarra de estar obstruyendo sus aspiraciones. Y la advertencia por delante: “Si yo no soy alcalde, él no será gobernador”. Parecía auténtico su reclamo, pero el rumor de que Ismael el Mayo Zambada había roto lanzas con Vizcarra, opacó su voz.
El run run corría no solo en Culiacán, sino ahí donde el cártel tuviera influencia. De la sierra bajaba el mismo ruido: “El Señor ya dio la orden de que votáramos por Malova”. Otros tenían una encomienda más: promover el voto, llevar a la gente a las urnas, asegurarse de que todos, incluidos el hermano, el compadre, la mujer y la amante salieran a votar.
—¿Y cómo le van a hacer? —se les preguntó a algunos.
—Con dinerito, dinerito…
Veinte días antes de los comicios corrió la versión de que los líderes del cártel habían dado a su gente la libertad de que votaran por el candidato de su preferencia, pero en la víspera de la elección volvió a tomar fuerza la “línea” de votar por el candidato del “cambio”.
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A los narcos les gusta el cambio. El 6 de julio de 2006, cuando fue la elección presidencial, por la frecuencia de sus matras se escuchó la orden: “Hay que votar por el amarillo, plebes”. Habían decidido apoyar a Andrés Manuel López Obrador, quién sabe porqué.
Aquí tampoco se sabe porqué promovieron el voto a favor de Malova, pero distintos testimonios recogidos por Ríodoce lo confirman: “Fue una orden”.
En algunos pueblos el mensaje fue transmitido por los operadores del narco a los comisariados ejidales afines y estos a los pobladores. “El Señor pide de favor que votemos por Malova”. Y aquí una petición así se toma como una orden y se cumple con celo, incluso sin que medie “billetito”, “billetito”.
No se sabe si pactaron previamente algo con el candidato o solo buscan un acercamiento. Y tampoco nadie preguntó nada.
El caso es que en zonas de dominio pleno del cártel de Sinaloa, como la sindicatura de El Salado, la mayoría de las casillas fueron ganadas por la alianza opositora, a pesar de que históricamente los votos habían sido para el PRI.
Ahí está como muestra la casilla 1594 básica, instalada en El Ranchito de los Burgos, donde Malova logró 97 votos, contra 9 de Jesús Vizcarra.
O la 1597, ubicada en la escuela primaria “Dr. Manuel Romero”, donde acude a votar la gente que vive en El Álamo, y donde López Valdez ganó 112 votos contra 95. En Tacuichamona Malova ganó las dos casillas que se instalaron y lo mismo ocurrió en la que se instaló en Emiliano Zapata. En Pueblos Unidos ganó una y perdió la otra.
Más hacia la costa, las diferencias fueron más marcadas. En Portaceli, sindicatura de Eldorado, de fuerte presencia del narcotráfico, en la casilla 1668 básica, Malova se llevó 321 votos, contra 53 de Vizcarra. En la 1669, el candidato de la alianza opositora logró 382 votos contra 47. Y el resultado no fue distinto en el resto de las casillas ubicadas en Eldorado.
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Con todo esto se descubre una de las grandes paradojas del 4 de julio: los electores rechazan a Vizcarra por ser compadre de Ismael el Mayo Zambada y al mismo tiempo el narcotráfico promueve el voto a favor de Malova.
Fueron dos maquinarias las que se movilizaron ese domingo, las dos con las mismas armas y las mismas mañas. Y el que tuvo más saliva tragó más pinole. Esto se demostró la tarde del domingo cuando una cueva priista fue descubierta por los opositores y el que reclamaba limpieza era Luis Pérez Hernández, el responsable de la guerra sucia de la campaña de Malova.
No debe extrañarles nada a los priistas: hace seis años, en algunas zonas de la sierra baja de Culiacán y Cosalá, el principal operador del PRI fue Javier Torres Félix, el JT.
¿Concibió la coalición El cambio es ahora por Sinaloa una red ciudadana más grande que esta?
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