Clamando justicia
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No se entiende
No, no se entiende. Fuera de España no se entiende qué pasa en España con el juez Baltasar Garzón. ¿A proceso por su intento de juzgar crímenes de lesa humanidad?
¿Lo castigan por su desvelamiento de la oscura trama de corrupción tejida por personalidades de un partido político? ¿Se judicializa la política española? ¿Se politiza la justicia española?
Conocí al juez Garzón en 1997 cuando, con mi esposa Mara La Madrid, le elevamos una denuncia por el asesinato de mi hijo Marcelo Ariel y la desaparición de mi nuera María Claudia, padres de una niña o un niño nacido en cautiverio del cual supe la existencia por la Secretaría de Estado del Vaticano. Era el único juez ante quien podíamos hacerlo: no había otro en el mundo dispuesto a escuchar el relato de los crímenes cometidos por la dictadura militar argentina. No había otro juez en el mundo que atendiera a las heridas de las víctimas de Pinochet y no hubo otro que decidiera procesarlo. Lo volvimos a ver en 2000, esta vez para querellar a los represores de la dictadura uruguaya que asesinaron a mi nuera, le robaron la hija -era una niña, mi nieta, a la que encontré 23 años después de nacida- y desaparecieron los restos de su madre. Nos recibió con la misma deferencia y con un rostro que el sufrimiento ajeno le había escrito. Salimos de su despacho con alguna esperanza de justicia, la que esperaban y aún esperan centenares de miles de castigados por la espada en nuestro continente.
No voy a fingir una inocencia que no tengo. En la Argentina habemos jueces que violan el derecho de gentes, el derecho humanitario internacional, los derechos de los agredidos, la moral y la ética más corrientes, movidos tal vez por viejas complicidades. El juez Garzón no pertenece a esa tribu y que lo juzguen por hacer justicia, no se entiende. No lo entendemos en América Latina. Tampoco en otras partes del mundo.
Juan Gelman
GARZÓN
Por Eduardo Galeano
El juez Baltasar Garzón se sienta ahora en el banquillo de los acusados. El ha amenazado la impunidad de los ladrones de los fondos públicos y ha perturbado la paz de los ladrones de la memoria colectiva.
El Tribunal Supremo, cumbre del sistema judicial español, no disimula su decisión de condenarlo. De los quince miembros de este tribunal, diez han llegado a sus cargos jurando fidelidad al Generalísimo Franco. Y no lo olvidan, para que no se diga que ellos niegan el derecho de recordar.
¿Hasta cuándo la Justicia seguirá persiguiendo a los justos? ¿Hasta cuándo la Justicia seguirá siendo injusta?
Héctor Tizón, que mucho sabe de historia y de Justicia, suele advertir que la Justicia condenó a Sócrates y a Jesús, que fueron los dos hombres más justos de toda la historia de la humanidad.
No se entiende
FJS
Hoy más que nunca estamos con el Juez Garzón, que aplica las leyes respetando el derecho, sin ofender la justicia, atendiendo a las víctimas y no el ruido de los oscuros intereses. Que ya son claros para todos. Al Juez Garzón lo quieren apartar de la magistratura los corruptos que investiga, no sus iniciativas jurídicas y democráticas que tantas satisfacciones nos han dado.
Las causas de restitución del Derecho de las víctimas y de la Memoria en las que el Juez se ha aplicado y se aplica ponen de manifiesto que valora su oficio, lo respeta y lo engrandece: con Garzón hemos sabido de forma más rotunda que las sociedades que no se rijan por valores éticos y desde la transparencia jurídica y democrática serán sociedades enfermas. Garzón, como juez, ha aplicado normas jurídicas que a todos nos han dignificado. Ahora, otros, con argumentos que ofenden al derecho y al sentido común, pretenden apartarlo de la magistratura. Manifestemos nuestro rechazo ante esos artificios jurídicos que provocan perplejidad y preocupación en el mundo entero. Y digamos claro que silenciar a Garzón sería una medida injusta que haría que muchos ciudadanos del mundo entero dudaran de forma definitiva de los valores que los tribunales defienden y de sus verdaderas intenciones.
Las víctimas que reclamaron justicia en el mundo entero y que en las actuaciones de Baltasar Garzón encontraron respuesta a sus demandas no entienden lo que está pasando. Las víctimas de la guerra civil española, tampoco. Demasiadas víctimas preguntándose qué está pasando, a qué obedece este ensañamiento. ¿Será posible que estas voces no lleguen a los tribunales españoles? Cuando proponen apartar a Garzón de la magistratura ¿no estarán queriendo silenciar a quienes se han atrevido a levantar la voz y reclamar plenos derechos para los suyos?
Hoy más que nunca hay que estar con el Juez Garzón: es de justicia.
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