Lorena Castillo es una chava delgada y de piel blanca con un pelo negro y ojos tan enormes que al mirarlos uno descubre un universo: de terror envuelto en dulzura. Aquí, en esta habitación con las Batallones Femeninos, ella es ¨Dilema¨. En la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez es una excelente estudiante de diseño gráfico.
Poco antes de cumplir los 20 años, hace casi dos años, supo lo que es ver por la televisión el cadáver de un amigo. Recibir la llamada de la familia. Ir al velatorio y al funeral rogando no ser ejecutada en el camino. Ahora se ha multiplicado este terremoto de dolor por cinco. Por cinco amigos. Asesinados. O por miles más, que no conoce pero que viven en Juárez, como ella.
Y ahí, cuando siente que se va a volver loca con tanto horror cotidiano, cuando ni siquiera ahora puede tomar la rutera, ir a devorar unos taquitos o bailar en uno de los pocos antros que siguen abriendo sus puertas o ir a una fiesta en casa de amigos o quedarse en la casa, sin estar en peligro de muerte, surge el Rap.¨Es como un desahogo y nadie nos va a callar¨, dice ¨Dilema¨.¨Me siento impotente, por cada una de las ejecuciones, la militarización, la vida es muerte. Sólo me queda decirlo en Rap“, agrega. Ahora elige sus riesgos. Se arriesga la vida para ir a la universidad y grabar Rap. El resto de su vida, no existe.
Como la de Lizeth Varela. Que en su hogar en una colonia obrera de Ciudad Juárez es “Lady Liz”. Como con las Batallones Femeninas. También, lo es en El Paso, Tejas, la ciudad a la que cruza cada día. Como tantos miles en Juaritos. Para estudiar. Para trabajar. O para pasar las drogas en camiones que las autoridades gringas no quieren ver. No todas, claro. A veces detienen a madres de familia y novias engañadas que aceptan uno de esos trabajos que requieren viajar con frecuencia a El Paso para comprar alguna cosita. O a otros que por unos 200 dólares el viaje están dispuestos a pasar la droga en diferentes carros. Que muchas veces consumen. Lady Liz estudia Justicia Criminal. Y quiere trabajar en Ciudad Juárez. Para ofrecer una alternativa a los jóvenes que están encarcelados. Es de la misma altura que Dilema, el mismo color azabache en su cabello y ojos. Desde hace unos meses, ha cambiado la tristeza que mata –la de los asesinatos de sus amigos y vecinos- por el Rap.
“Ciudad Juárez es la ciudad que amamamos, donde hemos crecido, que hemos vivido tantas cosas como para no ayudarla ahora. Hubo un tiempo en que las cosas estaban bien”, dice Lady Liz.
Estos días, Lady Liz, está escribiendo la letra de un nuevo tema. Habla de un chavo, padre de dos niños de 5 y 3 años, que fue ejecutado a la entrada de su casa. El cadáver que Liz siente en su Rap es el de su último amigo asesinado.
Como Susana Molina, La Oveja Negra, donde cada día en su vida es Juaritos: un huracán de emociones que pasan de la alegría buscada a la tragedia, que va ganando horas. Con los muertos. Los retenes de los militares. Las torturas. Las desapariciones.
Es Oveja desde que nació. Por su tez de color oscuro y cabello ondulado. En su adolescencia, su apodo se convirtió en la rebelión anunciada: dentro de una familia de padres que emigraron desde el interior de México para trabajar en las fábricas maquiladoras. A ella, le esperaba el mismo destino pero se negó. Apostó por los sueños. Comenzó a los 16 años a cuidar niños en guarderías. Y la calle se convirtió en su universidad. Pinta, canta, compone, hace malabares. Lo que siente ahora, viendo a Dilema y a Lady Liz son sentimientos encontrados.
“Escucho lo que nos decimos (en el Rap). No son pandilleras, son chicas buenas que sueñan, siguen siendo las mismas chicas buenas pero ahora su lírica ya no es inocente“, afirma la Oveja Negra. “Ahora su letra es combativa, me da gusto que despierten porque ya no estoy sola, pero da tristeza“. Dice la Oveja que miedo a la muerte ya no hay en Juárez: que se preparan para llegar a la muerte. Desde que te levantas en la mañana, sabes que ese puede ser tu último día. Vas a un lugar público y antes de sentarte te fijas quién está y buscas los baños, pensando que sentándote ahí puedes librarte antes de una balacera.
En las carreteras, desde las principales de la ciudad, hasta las secundarias de las colonias, surgen los tiros de camionetas que a veces apuntan también a los que no saben reaccionar en ese momento y huyen por el camino equivocado. Encontrando la muerte.
Sobrevive, la Oveja Negra, lanzando sonrisas, para intentar ¨resolver los desniveles emocionales de vivir en una ciudad devastada por la guerra. Somos bien valientes para no salir corriendo de Juaritos, una porque no podemos y otra porque somos pocos los que nos quedamos para intentar rescatar nuestra vida”.
****Acabo de recibir la información para un nuevo diplomado. Se llama "Juaritos, a defendernos". Si les parece, voy a informarme y les cuento más. También un comunicado de los estudiantes. Vivos. Dice así:
JUicio Internacional a Calderon y sus cómplices, por GENOCIDAS
PARA QUE LA DROGA NO LLEGUE A TUS HIJOS....
FELIPE CALDERON DIXIT
DETENGAMOS A LA MASACRE!!!! ESTE 1 DE MAYO AL LAS CALLES EN EL MONUMENTO A B. JUAREZ A LAS 9 AM. Y A LAS
- Judith Torrea
- Judith Torrea es una periodista especializada en narcotráfico, crimen organizado, pena de muerte, inmigración y política en la frontera de México con EE.UU...
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