“Quien se va de Monterrey es un cobarde”, escribió el 29 de agosto en su cuenta de twitter, el presidente y director de Cementos Mexicanos, Lorenzo Zambrano. El magnate regiomontano convocaba a “luchar por lo que creemos. Tenemos que retomar nuestra gran ciudad”.
En menos de dos días, la cuenta de Zambrano en esa red social sumó 13,315 seguidores y desató, quizá sin proponérselo, una campaña en los espacios informativos de Televisa en contra del empresario Alejandro Junco de la Vega, director del Grupo Reforma, y en contra de los periódicos de este mismo corporativo.
La campaña de Televisa inició sutilmente el 30 de agosto, el mismo día que se anunció la detención de Edgar Valdés Villarreal, alias La Barbie, y en vísperas del cuarto informe de gobierno de Felipe Calderón Hinojosa.
A los 20 minutos de iniciado El Noticiero, se mencionó el mensaje de Zambrano. El conductor Joaquín López Dóriga contextualizó así:
“Y no es que sean muchos los hombres de negocios que se han ido de Monterrey, pero sí son conocidos. Es el caso del dueño de los periódicos El Norte y Reforma, Alejandro Junco, que es de los que abandonaron Monterrey para irse a refugiar a Texas, donde vive en su residencia de Austin.
“En julio de 2008, cuando se fue, Junco envió una carta al gobernador de Nuevo León, Natividad González Parás”.
La imagen de fondo, mientras se reproducían párrafos de la misiva, era una foto de Junco de la Vega.
La información no era novedosa. Desde septiembre de 2008, Junco de la Vega y su familia abandonaron la capital de Nuevo León. El mismo empresario envió una carta al entonces gobernador priista Natividad González Parás en la que apuntó:
“Sé que te enteraste de que mi familia y yo nos hemos cambiado de residencia a Texas. Estaba en un dilema. Comprometer nuestra integridad editorial o cambiar a la familia a un lugar seguro. Los problemas de inseguridad a eso nos orillaron. Perdimos fe. Y eso cuenta mucho en un país donde millones la han perdido y han emigrado”.
Junco declaró a la agencia AP, en marzo de 2010, que su mudanza a Texas fue producto de las amenazas que recibió de “terroristas”, integrantes de las organizaciones de narcotraficantes, contra él y su familia.
“Alguna vez mi esposa me preguntó: ‘¿Quieres ser el periodista más importante del panteón?’, rememoró Junco en esa entrevista.
Lo singular fue que Televisa ejemplificara las palabras de Zambrano, uno de los hombres más acaudalados del país, con el caso de Alejandro Junco.
El mismo 30 de agosto, Zambrano le aclaró a los twitteros que su mensaje no estaba dirigido a “la gran mayoría de los regios que son gente de bien, entrona, que día a día trabaja con honestidad, sin seguridad especial”. Su mensaje fue “a esta pequeña minoría”.
“¡Qué vergüenza que quienes más han recibido de Monterrey son los primeros en huir!”, remató en otro mensaje.
Entre el 31 de agosto y el lunes 6 de septiembre, la campaña de Televisa tomó otro vuelo. Con la anuencia de Los Pinos, el equipo editorial de la televisora que ha resultado más beneficiada con las das últimas licitaciones de telecomunicaciones del gobierno de Felipe Calderón (la red de fibra óptica de la CFE y la telefonía celular para cuádruple play) iniciaron un ataque de cuatro días continuos contra los periódicos Reforma y Metro.
Paradójicamente, en la misma página editorial de Reforma, el 14 de julio de este año, Claudio X. González, integrante del Consejo de Administración de Televisa, lanzó una dura crítica al gobierno federal panista:
“Ha terminado la etapa de Felipe Calderón como presidente de México y ha comenzado la segunda etapa de Felipe Calderón como presidente del PAN. Qué lástima”, afirmaba en su primer párrafo el empresario, amigo personal de Emilio Azcárraga Jean.
El vocero de Felipe Calderón, Maximiliano Cortázar, respondió días después a las críticas del representante de Televisa.
La relación entre Televisa y Calderón cambió desde la tercera semana de julio, cuando la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) falló a favor de la sociedad Televisa-Nextel que ganó el mayor bloque de la licitación 21. Por 180.3 millones de pesos, esta sociedad podrá explotar hasta el 2030 el bloque de 30 Mhz para dar servicios de telefonía móvil convergentes con internet.
El periódico Reforma calificó este fallo como una “ganga”. Contrastó los 180.3 millones de pesos que pagaron Televisa-Nextel con los más de 5 mil millones de pesos que pagaron en conjunto los otros competidores de la licitación de la banda 1.7Ghz.
Dos ex subsecretarios de Comunicaciones, Jorge Alvarez Hoth y Purificación Carpinteyro, criticaron en sus colaboraciones de Reforma el resultado de esta licitación. El primero advirtió que se trataba de un arreglo entre Televisa y el gobierno de Felipe Calderón por la sucesión del 2012. Carpinteyro denunció el mismo 30 de agosto que Televisa, a través de su subsidiaria Cablemás, controlaba la organización de empresas de televisión por cable PCTV y le ordenaba “ventas amarradas” de contenido, práctica monopólica condenada por la Comisión Federal de Competencia.
Las críticas de Reforma provocaron sendos desplegados de réplica. El responsable de comunicación de Televisa, Manuel Compeán, aclaró en uno de ellos que no hay tal “ganga” porque la sociedad Televisa-Nextel invertirá un total de 18 mil 300 millones de pesos en 20 años. En otro desplegado, Compeán acusó a Reforma de “censurar” una respuesta a Carpinteyro. La publicaron en otros periódicos como inserción pagada. Desmintieron que tuvieran el control de PCTV.
Televisa y su Bumerang
Con estos antecedentes, entre el lunes 6 y el jueves 9 de septiembre, los noticiarios, mesas de análisis informativo y hasta segmentos de espectáculos de Televisa emprendieron un ataque inusitado contra Metro y Reforma acusándolos de ser promotores de la trata de personas, a partir de la publicación de anuncios clasificados sobre servicios sexuales.
El mismo lunes 6, el director informativo de Reforma, Roberto Zamarripa, publicó un artículo titulado “Mimetización”. En uno de los párrafos se señala:
“La narcocultura ronda los estudios de TV, seduce a famosos, enreda a bellezas. Mansiones rentadas para filmar telenovelas resultaron madrigueras criminales (en San Angel Inn, donde se grabó Cadenas de Amargura, o en el Pedregal donde se grabó Rubí). Guillermo Ocaña, preso por ser lavadólares de los Beltrán, era conductor televisivo y manager de artistas”.
Zamarripa citaba así el contenido de una nota publicada el 18 de junio en las páginas de Reforma. Ocaña fue detenido como presunto lavador de los Beltrán Leyva desde abril de 2010, pero no se había dado a conocer.
“Las autoridades sospechan que Ocaña es uno de los eslabones que vinculó a artistas de la farándula con miembros de la banda Beltrán Leyva, debido a que fue conductor televisivo, manager de cantantes, y dueño de una empresa de promoción de eventos y espectáculos”, decía el cuerpo de la nota firmada por el staff de Reforma.
El lunes 6, martes 7 y miércoles 8 de septiembre El Noticiero, conducido por Joaquín López Dóriga tuvo como reportaje principal el presunto vínculo de los anuncios publicitarios de servicios sexuales con la trata de personas.
El 8 de septiembre dedicó 16 minutos ininterrumpidos a un reportaje que llamó “Violencia y sexo, bomba de tiempo”. Incluyó portadas de Metro, reproducción de los anuncios clasificados, entrevistas con senadores que condenaban este tipo de publicidad y enlaces con su corresponsal en España, a partir de la discusión abierta en ese país para regular este mercado.
En la mesa de análisis de Tercer Grado Carlos Loret de Mola afirmó que “así se las gasta Reforma” y los anuncios son una prueba “del amarillismo y el sensacionalismo más puercos” del periódico, con acento en las dos últimas palabras. Leopoldo Gómez, vicepresidente de Noticias, consideró que esto podría “fungir en la cadena como el último eslabón del crimen organizado”. Los otros periodistas participantes del debate coincidieron en que se trataba de un caso “muy grave” de falta de ética periodística.
Reforma decidió no responder a los ataques. Sólo el artículo titulado “Televisa vs. Reforma”, firmado por Carmen Aristegui, el viernes 10 de septiembre, hizo referencia explícita al caso. “Es de tal obviedad que se trata de una campaña que los colegas que se encargan de alimentarla la deben estar pasando muy mal. El modelo ya lo conocemos”, apuntó Aristegui.
En su noticiario radiofónico de MVS, la periodista abordó la campaña de linchamiento, al mismo tiempo que el columnista Miguel Angel Granados Chapa, colaborador también de Reforma, hizo lo propio en su noticiario de Radio UNAM.
La acusación de Televisa se cae por su propio peso, ya que la misma televisora promueve este tipo de anuncios en las páginas de sus revistas de mayor circulación. Por ejemplo, la última edición de TV y Novelas, del 6 de septiembre, contienen dos páginas completas y dos cuartos de plana con anuncios donde se hacen contactos para servicios sexuales, vía teléfono celular.
Los anuncios promueven juegos sexuales, al estilo kamasutra, videos, chat en vivos, ligues y servicios a domicilio. “Hay nuevos chicos en la comunidad esperando conocerte”, refiere uno de las agencias publicitadas.
En ninguna de las emisiones informativas sobre el “escándalo” detonado por Televisa se mencionó el caso de TV y Novelas, ni de anuncios de este tipo que se transmiten en programas nocturnos de televisión por cable y de Sky, pertenecientes también a Televisa.
Linchamientos y Beneplácito Presidencial.
No es la primera vez que suceden campañas similares en la pantalla de alguna de las dos grandes televisoras. Televisa y TV Azteca unieron sus fuerzas para criticar al empresario Isaac Saba, socio de Telemundo en el proyecto de la “tercera cadena” televisiva; Televisa decidió “borrar” de la pantalla a Santiago Creel, ex coordinador de la bancada del PAN en el Senado; y ambas se unieron en cadenas nacionales para oponerse a la reforma electoral del 2007.
TV Azteca y la revista Vértigo, en 2005, difundieron en su serie “Cría Cuervos” una entrevista con Rodolfo Junco de la Vega Gómez, padre del director de Grupo Reforma, que acusó a sus hijos Alejandro y Rodolfo, de haberlo despojado de sus acciones.
En aquella ocasión, Grupo Reforma calificó el propósito de la empresa de Ricardo Salinas Pliego como “un claro intento de restar patente moral a la labor de nuestros periodistas y coartar la libertad de expresión” de los diarios del corporativo regiomontano.
En esta ocasión, ni Junco de la Vega ni Grupo Reforma han respondido. Televisa parece ir de la mano del beneplácito presidencial. Por lo pronto, el gobierno de Calderón ya le otorgó al corporativo mediático que acapara el 62 por ciento de las concesiones de televisión y cuenta con 258 estaciones repetidoras en todo el país, dos concesiones más hasta el 2030 para explotar redes de telecomunicaciones para fibra óptica y telefonía móvil.
Televisa se convierte así en el único corporativo que podrá ofrecer los servicios de cuádruple play y difundir sus contenidos en cuatro distintas plataformas: medios electrónicos; televisión por cable y satelital; internet de banda ancha y telefonía móvil.
Quien se atreva a criticar los intereses del monopolio televisivo o los favores del gobierno calderonista, podrá verse envuelto en una campaña de linchamiento que llegue hasta 40 millones de hogares.
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