Anoche soñé en un ojo de agua, limpia, transparente. Me soñé nadando. Soñé que me invitaban a buscar unos tesoros al fondo.
No era tan complicado, lo hacía allá en la infancia jugando; sumergirme hasta el fondo y tomar alguna piedra que me gustaba... Me sumergí y extraje unas piedritas doradas, había varios tesoros al lado. Pero, al parecer en el confuso sueño, ese era el objetivo: Tomar unas piedras doradas al fondo de la poza transparente (Matamoros).
Jugábamos a gusto, nos seguimos divirtiendo un buen rato en esa búsqueda...
Cuando nos disponíamos a salir e irnos, vimos llegar a mucha gente, desconocidos todos aventándose a la poza que momentos antes lucía clara, cristalina...estábamos a la orilla, expectantes, viendo con tristeza, lo revuelta de sus aguas.
De pronto, desperté! Matamoros estaba allí, sitiado por militares. Se decía que había enfrentamientos en puntos de la ciudad. Qué forma tan simple de revolver el agua, de hacerla turbia. Al parecer no era el objetivo encontrar tesoros, si no simplemente; revolver el agua.
Cómo distinguir a soldados y "malosos", si ambos usan camionetas robadas? Ambos disparan indiscriminadamente, ponen retenes, "vigilan", fantasmas encapuchados que crean historias, generan miedo...inmovilizan, constriñen una frontera. Revuelven las aguas del viejo sabio, Río bravo...
Llegué a Matamoros a finales de los años 90, cuando la maquila comenzaba a agonizar en el Foxiato, gobernaba Tomás Yarrington y Omar Zamorano administraba el Municipio. Si algo tiene Matamoros es su diversidad, estoy agradecido con este Pueblo porque como muchos que llegamos a esta frontera, aterrizamos sueños e ilusiones en estas tierras.
Estando aquí parado en la orilla, en esta perspectiva trataré de no caer en la pedantería de Lorenzo Zambrano(Dueño de Cemex) de llamarles "cobardes", a los que se van de una ciudad ni tengo la capacidad económica de de irme al extranjero como Junco de la Vega(del Grupo Reforma)
en el caso de Monterrey.
Lo que si tengo, es un enorme agradecimiento a estos esteros, a estos amigos por todo lo que aquí he aprendido...
El tesoro por lo que me sumergí en estas aguas... ojalá mejore el tiempo, afirma un Profesor. Y yo coincido: ojalá.
Doropeatón
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