Una ironía válida en tiempos de crisis disimuladas y maquilladas por cómplices mediáticos, y de imperios sacudidos por petróleo; nos tocará ver resurgir un gigante o moriremos a su lado? Mejor…
Cantemos al dinero
Con el espíritu de la navidad cristiana.
No hay nada más limpio que el dinero,
ni más generoso, ni más fuerte.
El dinero abre todas las puertas;
es la llave de la vida jocunda, la vara del milagro,
el instrumento de la resurrección.
Te da lo necesario y lo innecesario, el pan y la alegría.
Si tu mujer está enferma puedes curarla,
si es una bestia puedes pagar para que la maten.
El dinero te lava las manos de la injusticia y el crimen,
te aparta del trabajo, te absuelve de vivir.
Puedes ser como eres con el dinero en la bolsa,
el dinero es la libertad. Si quieres una mujer y otra y otra, cómpralas, si quieres una isla, cómprala.
si quieres una multitud, cómprala.
(Es el verbo más limpio de la lengua: comprar.)
Yo tengo dinero quiere decir que me tengo.
Soy mío y soy tuyo en este maravilloso mundo sin resistencias.
Dar dinero es dar amor.
¡Aleluya, creyentes, uníos en la adoración del calumniado becerro de oro y que las hermosas ubres de su madre nos amamanten!
Jaime Sabines
De YURIA en VUELO DE NOCHE –CAPITULO IV- son el sarcasmo, la irreverencia, el humor ácido que roe la doble moral, la hipocresía, el cinismo y la pacatería de la burguesía (CANONICEMOS A LAS PUTAS, CANTEMOS AL DINERO, DIOS BENDIGA A SUS HIJOS), sin caer en la denuncia, el panfleto ni el tono adoctrinatorio; simplemente pasea sus aguzados ojos por el paisaje de valores de la sociedad de su tiempo y trata de digerir el espíritu de la época.
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