Tlaskamati

domingo, 5 de octubre de 2008

ASI FUE

Lo sentí, no fue una
Separación, si no un desgarramiento;
Quedó atónita mi alma, y sin ninguna
Luz, se durmió en la sombra el pensamiento.

Así fue; como un gran golpe de viento
En la serenidad del aire, ufano,
En la noche tremenda,
Llevaba yo en la mano
Una antorcha con que alumbrar la senda,
Y que de pronto se apagó: la oscura
Asechanza del mal y del destino,
Extinguió así la llama y mi locura.
Vi un árbol a la orilla del camino,
Y me senté a llorar mi desventura.
Así fue, caminante
Que me contemplas con mirada absorta
Y curioso semblante.

Yo estoy cansado, sigue adelante;
Mi pena es muy vulgar y no te importa.
Amé, sufrí, gocé, sentí el divino
Soplo de la ilusión y la locura;
Tuve una antorcha, la apagó el destino,
Y me sentí a llorar mi desventura
A la sombra de un árbol del camino.

Luis G. Urbina.
cronista y crítico teatral en diversos diarios y revistas, entre otros EL Mundo Ilustrado y El Imparcial; de este último fue editorialista en 1911-12. Perteneció al grupo de la Revista Azul, fundada por Manuel Gutiérrez Nájera...

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