Tlaskamati

viernes, 14 de agosto de 2009

Chavela Vargas...la franca irreverencia




No hay que fiarse de la silla de ruedas o las arrugas, tampoco de los lentes oscuros. Ni siquiera de los 90 años que, según el calendario acaba de cumplir. Todo es un disfraz, tras el sigue viva, divertida, feroz, indomable. Chavela Vargas


PO: El Escritor Carlos Monsivais dijo que nadie la hablaba de usted que hablarle de usted a Chavela, seria como si uno mismo se hablara de usted.
CV: Monsivais, mi amigo del Alma. Lo quiero mucho y tiene razón. Nadie me habla de Usted, me molesta la distancia. Es algo muy especial. Háblame de tu.

PO: La Ciudad de México se volcó en tu homenaje y te llegaron mensajes de cariño de tus amigos de todo el mundo.
CV: Yo estoy contenta. Porque se anuncio un homenaje y no fue tal. Fue una confesión. Yo veía a todo el mundo. Y le hablaba al oído a cada uno. Y cada uno de los que allí estaban me hablaban al oído a mí. Lo sentí todo, lo vi todo. A mis años no estoy sorda ni estoy tonta. Lo oigo todo y me estaba dando cuenta de todo lo que pasaba a mí alrededor.

PO: Y qué estaba pasando?
CV: El público me estaba pidiendo amor. Que es lo que la gente le hace falta. Los artistas estamos sosteniendo a un mundo que se está cayendo. Damos esperanza, por eso se arriman a mí, creyendo encontrar amor. A veces lo encuentran, y otras veces no. Porque yo tampoco lo tengo.

PO: Y donde viene el alma?
CV: Quien sabe
PO: Entonces, no se puede ir a una escuela a buscar el arte, a buscar el duende?
CV: Es imposible, es inútil perseguir al duende! No lo puedes comprar, no lo puedes alquilar.

PO: A ti te gustaron las cantinas con carácter. Cuando estuviste en alguna por ultima vez?
CV: Con Pedro(Almodóvar). Esa fue la última vez, fue muy gracioso. Nos sentamos en la mesa de José Alfredo Jiménez y Pedro estaba feliz. Y yo le dije: No tomes tequila, porque cuando te de el aire, te caes! Y me dijo: No te preocupes. Y en cuanto le dio el aire se cayó. Le pasa a todo el mundo, a todos los turistas. Se caen. Es encantador el tequilazo. Bajas del avión, te tomas un traguito? Y al suelo.

PO: Qué es para ti Pedro?
CV: Es mi amor en la tierra, es mi único amor en la tierra.

PO: El dice que cuando se muera, antes como director de cine, quiere ser recordado como amigo de Chavela Vargas.
CV: Es lindo que diga eso, es lindo, si!

PO: Porqué esa relación?
CV: Somos dos almas gemelas. Tenemos mucho en común.
PO: Qué tienen en común?
CV: El dolor, la angustia y todo lo que hace falta para crear. Hay que inventar las cosas, y duelen.
PO: Que bonito eso que dices…
CV: Duele mucho. Hay que sostener la mentira. Tienes miedo a que se descubra la verdad. Te sonríes, porque suena simpático; pero es verdad. Y a Pedro y a mí nos pasa lo mismo. Parecemos muy valientes, pero por dentro… solo Dios sabe.
PO: Me estas hablando de la Soledad?
CV: Soledad es libertad. Y nosotros somos libres, libres, libres, que es lo más bello.
Yo no tengo yugos, yo no me agacho ante nadie. Y lo mismo le pasa a Pedro. Nos ofrecen millones por una cosa, y preferimos ir gratis por otra. El alma vale más que los millones, así somos. Y me encanta ser así, y así me voy a morir, libre; porque ya no me falta mucho. Soy consciente que ya voy terminando mi jornada.
PO: Le das vuelta a la idea de la muerte?
CV: No siempre, de repente me topo conmigo y hablo.

PO: Y que te dices?
CV: Me dice Chavela, vas bien por ahí. Quisiste ser libre (se le quiebra la voz) sigue así, sigue adelante…
PO: Tú siempre has vivido sin miedo. No vas a cambiar ahora?
CV: No, no voy a cambiar; seria ridículo. Espantoso.
Tu te imaginas que yo me muera en un monasterio?
Es lo peor que me podría pasar jaja
PO: que te conviertes ahora, que buscaras a un cura para que te perdonara los pecados…
CV: Hay no me digas eso! Yo no creo en los curas!
Te imaginas yo con un cura? El día que me fue a ver uno yo le dije: como le tengo que llamar, padrecito o padrezote? Y otra vez estando en un hospital me fue a ver uno y le dije que era yo budista para que me dejara en paz. Me encanta divertirme. Con la gente, pero sin ofenderla.
PO: Y además de Pedro Almodóvar, quienes son tus otros amores en España?
CV: Elena Benarroch, Mariana Gyalui, a Martirio…y mi cuatacho Joaquín Sabina, ese me escribe recados en servilletas sucias, de la calle. Me hace mucha gracia, siempre hace cosas inauditas. Cosas rarísimas, y le salen bien.

PO: A que edad te fuiste de Costa Rica?
CV: a los 17 y tuve que venir a México a descubrir el calendario. A darle vueltas, a ver que numero caía, a jugar la ruleta de la vida y le daba vueltas el 21, le 42 y le he estado dando vueltas hasta los 90.
PO: Con qué asocias tu país?
CV: Con la navegación del mundo. Allí no hubiera podido yo leer ni la guía del teléfono. Los curas me hubieran comido. La iglesia católica se me echó encima desde que nací. Un día le menté la madre a un cura. Me dijo: ego te absolvo!
Y yo le dije: chinga tu madre!
PO: Te viniste sola?
CV: Si, solo vendí una gallina y dos guajolotes y me vine en un avión de hélice.

PO: Y nunca volviste a Costa Rica?
CV: Hace seis años. Deje Veracruz, donde tenia una casa y me volví a Costa Rica. A los siete meses, unas navidades; decidí volver a México. Que país Costa Rica. Yo pondría allí a todos los suicidas del mundo. Les pondría un departamento. Seria un buen negocio una tienda de ataúdes. Eso es lo que pienso de Costa Rica. Hay allí una prostituta que es la más grande del mundo, y se le hincan para saludarla. El Arzobispo y todos. Un día me dijo, yo si soy profeta en mi tierra, y tu no, Chavela.
PO: Qué recuerdas de tu leyenda negra?
CV: Eran otros tiempos, otras cosas, otras gentes. Andabas en la calle con Diego Rivera, con Frida Kahlo, muy tranquilos, nadie se espantaba, nadie decía ahí viene Frida, ahí viene Diego. Eran Personajes del paisaje, y la gente los quería.

PO: Y fue una amistad de cuanto tiempo?
CV: Dos años conviví con ellos. Un día llegaba allí Trotsky y la cosa más natural, no me espantaba. Yo preguntaba, quien es ese viejo peludo? Y Frida me decía: Trotsky cállate Chavela! No hables tan fuerte.

PO: Tienes buena memoria?
CV: Sí, muy buena memoria. Cosas que no se olvidan, cosas que te puedo decirte ahorita. No se me olvida que tuve una época en que fui borracha. Bebía mucho, y un día me dije: me voy a morir. O me muero o me compongo. Tengo que definirlo y dije: pues dejo de beber. Y le dije a la criada: Dame la última copa. Y ella dijo: “Ah! Que barbaridad”.

PO:
Y tener buena memoria es buena suerte o a veces se convierte en un peso?
CV: En un peso, porque me acuerdo de cosas que me dolieron y que me afectan mucho. Me sigue doliendo.
PO: Hablas de la soledad y de la tristeza, pero yo veo que detrás de esas gafas, estas sonriendo.
CV: Sí, me estoy sonriendo de todo. No me queda mas remedio. Si no, seria una amargada, y no, no me da la gana serlo.


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